¿Es fácil tomar la decisión de irte del país?

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La toma de decisión de irte del país

En estos 7 años que acompañamos a familias y emprendedores en la dura tarea de tomar la decisión de emigrar y luego llevarlos de la mano en cada paso, hemos vivido de cerca como todo se va transformando hasta tomar una decisión que cambia nuestra vida, y la vida de los que dejamos atrás.

Hay días que de repente vemos las fotos ya en Ezeiza, y recordamos la primera que vez que participaron en alguno de nuestros talleres, con tantos miedos y dudas.

La decisión la mayoría de las veces se logra conversando con los miembros de la familia que comparten techo. Los familiares y amigos muchas veces solo te suman dudas, como si no fuéramos capaz de irnos a otro país, y seguir con nuestra vida en otro lugar.

Nunca comenzamos de cero, porque nuestra historia nunca se borrará y muchas cosas que ya hemos hecho nos ayudará a validar o saltar etapas y problemas.

En estos años hemos conocido argentinos que viven en África, en Tailandia o en India. Han aterrizado en lugares donde no hablaban ningún idioma conocido, nunca habían probado su comida y sus culturas eran muy diferentes. Y han salido adelante. Muchos argentinos que primero han ido a hacer la ciudadanía en Italia, pues se han quedado en Italia, y aunque fue difícil en los comienzos hoy se sienten parte de ese lugar.

Cuando uno comienza a barajar esta idea y empieza a leer, páginas, grupos de Facebook, hablar con alguien que ya se fue. Cada uno de esos eslabones van a ir sumando nuestra cadena, una cadena que puede liberarnos o encerramos aún más.

¿Es fácil irse a vivir a otro país? Pues claro que no es fácil, en algún momento pagaremos un precio por ello, el mismo precio que si cambiamos de ciudad en nuestro propio país, o si cambiamos de empleo y estamos meses sin conseguir uno nuevo.

No nos podemos comparar con Afganistán o Siria, pero lo sentimos igual, el miedo, la ansiedad, las voces negativas, y la incertidumbre, un bolso lleno de incertidumbre, que día a día nos va taladrando el cerebro. Y no solo nuestro miedo, se suman las de todos los miembros de la familia, y pesa, sí que pesa. Pero los desafíos en esta vida son para ser mejores personas, para tomar nuevas experiencias, para cambiar, para crecer y para equivocarnos.

¿Y como podemos saber si saldremos adelante? Pues mirando hacia atrás y viendo cuantas veces cambiamos, cuantas veces nos arriesgamos, cuantas veces perdimos. Cuanto más acostumbrado a los cambios te sientas, mejor será el aterrizaje. Y Si no sale bien, otra puerta se abrirá para mejor. Es así. Lo mejor de todo es hacerlo, y no que cuando tengas 80 te digas a ti mismo, que pena que no me anime.

La vida en si misma es un viaje, un cambio constante, y la clave radica, justamente, en cambiar para adaptarnos. Quedarnos tanto tiempo en nuestra zona de confort no nos lleva a ningún lado. Solo nos llena de energía negativa, de tanto quejarnos de los males que nos aquejan.

La primera clave para vencer el miedo es dar el primer paso, hay que enfrentar nuestros miedos y avanzar pasito a pasito.

Piensa cuales serian los efectos de no hacer nada y quedarte en tu zona de confort. Piensa en tus hijos y tus nietos. La inseguridad que te invade es normal. De hecho, resulta positivo. Es bueno poner a jugar la inseguridad a favor de uno mismo. Hemos pasado por ello todos los que tomamos la decisión.

 

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